El año 2021 fue un año relevante para la conmemoración de los derechos  humanos, en el que se celebró el décimo aniversario de los Principios Rectores al tiempo que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos  lanzaba una hoja de ruta para los próximos diez años. Sin embargo, el trabajo de las empresas españolas en esta materia no fue especialmente significativo, tal y como lo demuestran los datos de nuestro estudio «Comunicando el Progreso 2021, el reporting como instrumento para una recuperación sostenible». Durante estos pasados meses, muy marcados por los peores efectos de la pandemia,  solo las empresas del Ibex 35 arrojan cifras de mejora. En concreto, en la formalización de una política de DD.HH., que ya presentan el 77% de estas empresas y en la habilitación de un canal de reclamaciones ante casos de vulneración de derechos humanos, mecanismo con el que cuentan un 74% de las mismas.

Las cifras medias de desempeño en esta materia son bastante bajas y nos encontramos con la brecha más acusada entre el desempeño de la gran y pequeña empresa. El tamaño en este caso determina unos resultados radicalmente diferentes, donde, de todas formas, solo el Ibex 35 sale airoso. Por ejemplo, si atendemos a cuántas empresas tienen una política de DD.HH., se alcanza el 77% en el caso del Ibex, pero solo el 8% si hablamos de las pymes participantes.

El ámbito empresarial del trabajo en DDHH que presenta una mejor evolución, no solo durante el año anterior, sino durante los últimos ejercicios, son las evaluaciones de impacto a proveedores en materia de derechos humanos. Aunque en el último año la proyección ha sido más modesta que en ejercicios anteriores, ya realizan esta acción un 80 % de las empresas del Ibex 35 y el 17% de las empresas del Pacto Mundial en nuestro país. 

Las cifras más resentidas se refieren a la formación a plantilla en derechos humanos, acción que ha realizado la mitad del Ibex 35 y una cuarta parte de las empresas del Pacto Mundial.

Podemos decir que la pandemia ha estimulado el crecimiento del compromiso genérico de las empresas con la sostenibilidad, pero ha paralizado las acciones en materia de derechos humanos, en un momento en el que, tal  y como reconoce Naciones Unidas en el último informe anual sobre el avance de los ODS, “a pesar de que la pandemia borra décadas de progreso en materia de desarrollo, los esfuerzos multiactor a favor de la Agenda 2030 muestran señales de un renovado compromiso mundial”.

Para reforzar el trabajo en este ámbito, los Principios 1 y 2 del Pacto Mundial de Naciones Unidas sientan las bases para que las empresas se comprometan a apoyar y respetar los derechos humanos, así como a no vulnerarlos. Nuestra última publicación sobre la temática ilustra los pasos de la debida diligencia en derechos humanos con más de cuarenta ejemplos de empresas socias, bajo el título Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos – Casos prácticos del Grupo de Trabajo de Empresas y Derechos Humanos.

Si quieres saber más sobre la implementación de la sostenibilidad en las empresas españolas puedes visitar nuestra landing de información no financiera.