Las nuevas formas de inteligencia artificial (IA), el Chat GTP o el metaverso nos teletransportan a un universo paralelo donde prácticamente todo es posible de alcanzar con derechos digitales. Vivimos en una era en la que nuevos mundos nos ofrecen posibilidades que nunca hubiéramos podido imaginar. En el séptimo capítulo de #PorMotivosdeAgenda, estrenamos nuevo formato. Más innovador, futurista y sostenible.

En este nuevo podcast, contaremos con un viaje al futuro sostenible al metaverso plagado de inteligencia artificial (IA), una reflexión sobre los derechos digitales, un snack informativo con las últimas noticias sobre sostenibilidad empresarial y un consultorio dirigido a nuestros oyentes.

¿Has visitado alguna vez el metaverso? Lo haremos de la mano de Silvia Semenzin, socióloga especializada en plataformas digitales, género y justicia de datos. En #PorMotivosdeAgenda, ponemos el metaverso, la inteligencia artificial y los derechos digitales a estudio. Nos lanzamos al futuro, ¿nos acompañas?

1. Viaje al futuro: entornos digitales, metaverso e IA
   • Gobernabilidad digital.
   • La oficina virtual del futuro.
   • Algoritmos éticos y transparentes.
   • Privacidad, teletrabajo y normativas.
2. Derechos humanos digitales.

1. Viaje al futuro: entornos digitales, metaverso e IA

Gobernabilidad digital.

La transformación digital es una de las tendencias sostenibles del 2023. En un futuro muy próximo, veremos que las actividades humanas son cada vez más digitales. Nos proyectamos en nuestro podcast a los años futuros para comprobar que el metaverso no es un ente extraño y se ha incorporado al día a día de las personas. En el metaverso de la década de los años 30, la ciudadanía ya cuenta con derechos digitales. Además, se ha eliminado cualquier barrera a la inclusión y los ciber gobiernos son más horizontales, transparentes y participativos.

En esta distopía futurista, se cuenta con una carta de derechos humanos digitales. Una carta que tutela y exige los derechos y deberes de las personas ciudadanas. Una carta que permite garantizar la sostenibilidad de este nuevo mundo y sistema: equidad, diversidad y la privacidad de las personas.

La oficina virtual del futuro.

En el pasado, las personas del género masculino ocupaban los altos cargos. De hecho, el acceso era muy difícil para mujeres y minorías. Normalmente, eran hombres los que decidían en los procesos de selección. Pero no era lo único, anteriormente se diseñaron softwares para automatizar estos procesos de selección que las categorías como mujeres o minorías se podían excluir a priori. De esta forma, el metaverso se hacía por y para hombres.

Estas barreras a la inclusión que se heredaban de nuestro mundo quedaban reflejadas en la inteligencia artificial. Al darse cuenta de este sesgo, se implementaron medidas que se aplicaban a la recogida, el análisis y la implementación de programas informáticos.

Además, se crearon tecnologías más inclusivas en los procesos de selección que tenían en cuenta a las minorías para priorizarlas en los procesos de selección. En esta distopía, las oficinas están llenas de mujeres, personas trans, padres con sus bebés, personas de diferentes etnias y nacionalidades.

Algoritmos éticos y transparentes.

El desarrollo de algoritmos justos vino de la mano de la inclusión de minorías y mujeres en la creación de tecnologías. Los programas informáticos que hacen funcionar las tecnologías del futuro serán accesibles y transparentes. Además, estos algoritmos serán verificados por personas expertas y que se aseguran de que se minimicen los sesgos.

En el futuro sostenible, se podrán chequear los algoritmos de forma sencilla y accesible, incluso por auditorias externas porque se irán imponiendo cada vez más los algoritmos transparentes, pero, anteriormente, esto no era así. Si en ese futuro hay una mayor igualdad de género, se debe a las alianzas de diferentes colectivos que promovieron los derechos digitales.

Privacidad, teletrabajo y normativas.

En la distopía sostenible, puede que no haya cámaras. Las cámaras estaban incluidas en todos nuestros dispositivos. Sin embargo, se entendió como algo muy arriesgado. Por un lado, los aparatos tecnológicos parecía que no eran muy respetuosos de la privacidad de los datos. Además, el desarrollo del teletrabajo llevó de la mano el desarrollo de herramientas de control social con inteligencia artificial.

Este control social llegaba incluso a medir el movimiento de los ojos, la mímica facial y la velocidad de los dedos para asegurarse una productividad máxima. La privacidad no era la piedra angular de la tecnología.

Esta situación cambió totalmente en el futuro sostenible. Se promovió una cultura laboral más respetuosa con los derechos de las personas trabajadoras y sus tiempos. Una cultura que vino de la mano del desarrollo de una serie de normativas sobre privacidad y empleo.

Con estas modificaciones, se permitió que el teletrabajo se volviera más humano y más digno. Además, en esta distopía, se crearon tecnologías que favorecieron la privacidad y la conciliación familiar.

2. Derechos humanos digitales

Garantizar el respeto y la aplicación de los derechos humanos en el contexto del metaverso es uno de los principales retos de esta tecnología. De hecho, el cibercrimen y la ciber inseguridad se perciben como uno de los mayores peligros en diez años.

La nueva era digital viene cargada de oportunidades para las empresas. Una serie de oportunidades que, no obstante, trae consigo también un gran número de retos. ¿Cómo podemos usar la tecnología en beneficio de todos? ¿Qué son los derechos digitales y cuál es su relación con la Agenda 2030? ¿Son los derechos digitales una extensión de los derechos humanos?

En la era digital, la transformación de nuestra sociedad debe abordarse desde los derechos humanos. Las empresas sostenibles y que apuestan por las personas van a ser claves en la construcción del futuro.

Una carta de derechos digitales, como la carta española, refuerza los derechos de la ciudadanía y aumenta la confianza de las personas en las nuevas tecnologías. Una carta compuesta por seis principales categorías de derechos: libertad, igualdad, participación, derechos del entorno empresarial y entornos específicos y sobre garantías y eficacias.

Aunque la mayoría, ya son códigos vigentes en países como el nuestro,  añade otros relacionados con la inteligencia artificial, con la no discriminación algorítmica o el derecho al pseudoanonimato.

Pero ¿cómo puede contribuir el marco de los ODS al respeto de los derechos digitales? Te contamos esto y mucho más en #PorMotivosdeAgenda, el podcast que aborda la sostenibilidad desde el punto de vista de las empresas. Nuestro objetivo es claro y se llama Agenda 2030. Aquella agenda que nos asegura que tenemos un hoy, y que también tendremos un mañana.