El secretario general de ONU establece sus prioridades para 2025
El secretario general de la ONU, António Guterres, presentó en su discurso anual las prioridades clave para 2025, advirtiendo que el mundo enfrenta una “moderna caja de Pandora”. Con un tono de urgencia, destacó los grandes desafíos globales: conflictos descontrolados, desigualdades crecientes, crisis climática y el avance desregulado de la tecnología. No obstante, enfatizó que, con determinación y unidad, aún es posible cambiar el rumbo y revertir estas tendencias.
En este sentido, aunque el mensaje se dirigió a toda la comunidad internacional, las empresas tienen un papel ineludible en la solución a estos retos. Ellas pueden garantizar la sostenibilidad de los propios negocios en un mundo más volátil e incierto.
“No necesitamos reinventar la rueda. Necesitamos poner la rueda en movimiento”.
En este artículo, analizaremos las prioridades del secretario general para 2025 instando a la comunidad empresarial a multiplicar sus acciones para controlar “los cuatro males” de la caja de Pandora moderna.
1. Conflictos descontrolados: el riesgo de la división y la inestabilidad
Las guerras y tensiones internacionales alcanzan niveles alarmantes que no sólo afectan a las poblaciones locales, sino que multiplican la inestabilidad global. Es por ello que el secretario general ha afirmado que estamos en un punto crítico donde el fracaso del multilateralismo podría llevar a consecuencias devastadoras.
“En lugar de avanzar hacia la paz y la estabilidad, estamos viendo cómo la geopolítica se vuelve cada vez más fragmentada y peligrosa“.
En este contexto, también señala a la receta para la solución: diálogo y diplomacia. En sus palabras, “la paz no es utopía, es elección. Y es momento de hacerla ahora” y recalcó que la ONU seguirá impulsando el diálogo y la diplomacia para alcanzar la paz.
No debemos olvidar que estos conflictos pueden tener consecuencias directas sobre la economía global: afectan a las cadenas de suministro, encarecen las materias primas y ponen en riesgo la seguridad de las inversiones. Por ello, las empresas que operan en entornos inestables deben adoptar compromisos claros en favor del respeto a los derechos humanos, la transparencia y la ética empresarial, alineándose con estándares internacionales como los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos.
2. Las crecientes desigualdades: la sociedad en crisis
Las desigualdades económicas y sociales son una de las mayores fallas del sistema actual según Guterres. Particularmente, pidió que las grandes economías asuman más responsabilidad en la financiación.
“El crecimiento económico no puede medirse únicamente en términos de PIB, sino en la capacidad de garantizar vidas dignas y oportunidades equitativas para todas las personas”.
A tan sólo cinco años de 2030, sólo un 17% de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 están camino de conseguirse, una situación agravada por un déficit de financiación anual de 4 billones de dólares. Ante este panorama, es fundamental ampliar las oportunidades para mujeres, niñas y jóvenes, impulsando su participación en la economía y la toma de decisiones.
Las empresas tienen un papel decisivo en la reducción de desigualdades. Ellas pueden liderar este progreso a través del establecimiento de salarios dignos, la reducción de las brechas de género, la promoción de la diversidad, el acceso a formación y oportunidades y la contribución al desarrollo económico.
3. Crisis climática: avanzar hacia la transición ecológica
En materia climática, Guterres advirtió que “el 90% del mundo ya se ha comprometido con la meta de alcanzar emisiones cero netas”. Sin embargo, subrayó que los avances actuales están lejos de ser suficientes para evitar una catástrofe ambiental.
“No podemos seguir engañándonos. Mientras sigamos subsidiando los combustibles fósiles más que las energías renovables, estamos eligiendo la autodestrucción“.
En este sentido, el secretario general de la ONU criticó que la financiación a los combustibles fósiles supere con creces la destinada a las energías renovables. Es momento de eliminar progresivamente las inversiones en combustibles fósiles y acelerar la transición hacia energías limpias. Ya no es hora de debates; la humanidad se encuentra en contrarreloj.
En concreto, instó a las empresas, instituciones financieras y otros actores a presentar planes de transición alineados con el objetivo 1,5ºC. A las que ya lo han hecho, envía un mensaje:
“Estás en el lado correcto de la historia. Avanza“.
Para las empresas, no sólo es un desafío ambiental, sino un asunto de competitividad y supervivencia. La transición hacia una economía baja en carbono es irreversible y aquellas organizaciones rezagadas sufrirán las consecuencias.
4. Tecnología fuera de control: los riesgos de la inteligencia artificial (IA)
El secretario general también advirtió sobre los peligros de una inteligencia artificial (IA) sin regulación. Si bien su desarrollo tiene el potencial de mejorar la vida de millones de personas, su uso irresponsable podría generar desinformación masiva, alterar los mercados laborales y agravar conflictos.
En este sentido, la falta de regulación y supervisión puede dar lugar a escenarios peligrosos y señaló la necesidad de un marco regulatorio global que garantice el uso de una IA para fines éticos y beneficio de toda la comunidad.
“No podemos dejar que el futuro sea decidido por algoritmos sin alma ni ética. Debemos garantizar que la inteligencia artificial esté al servicio de todas las personas, no solo de unos pocos“.
Con este propósito, pidió un diálogo mundial sobre la gobernanza de la IA, en el que Costa Rica y España actúen como co-facilitadores para llegar a un pacto sobre su gobernanza.
El sector empresarial, como principal motor de la innovación tecnológica, tiene la responsabilidad de desarrollar algoritmos transparentes y libres de sesgos. Estos deben fomentar la difusión de información veraz, respetar los derechos humanos y la privacidad, y contribuir positivamente al empleo y al bienestar social.
5. Solo quedó allí esperanza
Antes de concluir su discurso, se refirió a un antiguo poema, el cual dice “tras la huida de los males, Pandora se fijó en lo que quedaba dentro de esa caja: la esperanza.”
El llamado a la acción es claro: el mundo no puede permitirse la inacción. Todavía existe la oportunidad de cambiar el rumbo, y es el momento de la valentía y la responsabilidad.
“Si nos unimos en este esfuerzo, podremos transformar esta caja de Pandora en una oportunidad para un futuro mejor“.
Desde el Pacto Mundial de la ONU, instamos a todas las empresas a alinear sus estrategias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Diez Principios. La única forma de garantizar el crecimiento y la estabilidad a largo plazo es a través del compromiso con un futuro más justo, sostenible e inclusivo.