La historia de las empresas está marcada por la huella de sucesos claves que revolucionaron su manera de operar y de interactuar con la sociedad y el planeta. Una historia que muestra la integración de la sostenibilidad en el core de los negocios.

“El interés de las empresas por hacer negocios de manera diferente es genuino. Estamos en un momento crucial para construir los pilares del futuro: un futuro próspero, resiliente y saludable para la sociedad y el planeta. Sostenibilidad y futuro son dos caras de la misma moneda. El sector privado puede coliderar el camino para impulsar el desarrollo sostenible.”

Clara Arpa, presidenta del Pacto Mundial de España.

En este artículo, analizamos de la mano de nuestra página web inmersiva “Evolución de la historia de la sostenibilidad empresarial” cuatro eventos claves que marcaron un antes y después en la historia empresarial: la fundación del Pacto Mundial de la ONU en España, la crisis económica de 2008, la aprobación de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París y el estallido de la pandemia de COVID-19.

1. Fundación del Pacto Mundial de la ONU en España
2. Explosión de la crisis económica de 2008
3. Aprobación de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París
4. Estallido de la pandemia de COVID-19

1. Fundación del Pacto Mundial de la ONU en España

El lanzamiento del Pacto Mundial de la ONU a nivel internacional y su implantación en 2004 en España marcaron un antes y después en la historia de las empresas al liderar la promoción la sostenibilidad y la responsabilidad social.

Este movimiento incentivó a las empresas a adoptar prácticas más éticas y sostenibles, integrando principios de derechos humanos, laborales, medioambientales y de lucha contra la corrupción en sus operaciones.

El impacto en España fue tan fuerte, que nuestro país se posicionó pronto como la iniciativa con más participantes a nivel global, resaltando su alto nivel de compromiso con la sostenibilidad. Esta adopción masiva reflejó un cambio cultural profundo hacia un modelo de negocio más responsable y transparente, fomentando la colaboración entre sectores y generando un entorno donde las mejores prácticas podían compartirse y multiplicarse.

De este modo, nuestra iniciativa, que se fundó con 135 empresas participantes, hoy es líder en sostenibilidad empresarial con más de 1800, siendo muestra de un sector empresarial cada vez más consciente y sostenible.

2. Explosión de la crisis económica de 2008

En 2008, la crisis económica global atraviesa y sacude el mundo, arrastrando a la quiebra a numerosas empresas y a millones de personas al desempleo. En medio de esta crisis, surgieron serias preguntas sobre la viabilidad y la relevancia de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Las empresas se encontraron bajo una presión intensa para recortar gastos y maximizar la eficiencia para sobrevivir en un entorno económico adverso. Esto llevó a muchas a cuestionar si los compromisos sociales y ambientales podían mantenerse mientras enfrentaban problemas de solvencia y viabilidad financiera.

Sin embargo, a pesar de la coyuntura económica 4 de cada 10 empresas no recortaron su presupuesto en responsabilidad social empresarial (RSE) e incluso una de cada 10 lo aumentó.

Es la primera prueba de fuego para la sostenibilidad, y la supera e incluso sale reforzada. Y es que, la crisis también trajo consigo una oportunidad para la transformación y la reflexión. Muchas empresas, reconociendo que una gestión responsable y sostenible era esencial para la resiliencia a largo plazo, comenzaron a redefinir sus estrategias de RSC. El enfoque se desplazó hacia la integración de la sostenibilidad no solo como un aspecto adicional, sino como una parte fundamental de la estrategia empresarial.

De este modo, la crisis destacó la importancia de construir una reputación sólida y una relación de confianza con los clientes, empleados y otras partes interesadas, lo que llevó a una revalorización de la RSC como un componente esencial para la recuperación y la estabilidad a largo plazo. De hecho, en 2008 la RSE se introdujo en el discurso empresarial y más de la mitad (54%) de las empresas españolas se declaraban conocedoras de la misma.

3. Aprobación de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París

En 2015, la comunidad internacional dio un paso crucial hacia un futuro más sostenible con la aprobación de dos marcos fundamentales: la Agenda 2030, compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París sobre cambio climático. Estos acuerdos no solo reflejan el consenso global sobre la necesidad de abordar problemas urgentes como la pobreza, la desigualdad y el cambio climático, sino que también establecieron directrices claras para la acción empresarial sostenible.

El plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, Agenda 2030, proporcionó un marco integral para abordar los desafíos globales. Por primera vez, se reconoció el papel fundamental de las empresas en el desarrollo sostenible, marcando un rumbo conjunto para la sociedad, los estados y el sector privado. Es, hasta la fecha, el marco sobre desarrollo sostenible con más acogida entre todos los actores. De hecho, ya 9 de cada 10 empresas realizan acciones que impactan positivamente en los ODS.  

El Acuerdo de París, por otro lado, surge con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2ºC por encima de niveles preindustriales, a través de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático. Este acuerdo global promovió una mayor transparencia y cumplimiento legal, obligando a las empresas a adaptarse a nuevas regulaciones ambientales de los estados y a integrar la sostenibilidad en el núcleo de sus estrategias.

Con estas dos nuevas rutas sostenibles, el concepto de RSC se quedó pequeño y se adaptó el de sostenibilidad empresarial debido a su enfoque a largo plazo y su impacto positivo, la integración en la estrategia empresarial, entre otros.

Si quieres tener más información, accede ahora a “De la Responsabilidad social corporativa (RSC) a la sostenibilidad empresarial”

4. Estallido de la pandemia de COVID-19

La pandemia de COVID-19 provocó una disrupción sin precedentes en el mundo empresarial. Las restricciones de movilidad, el cambio repentino hacia el teletrabajo y las alteraciones en las cadenas de suministro forzaron a las empresas a adaptarse rápidamente a nuevas realidades.

Y a pesar de todo ello, una vez más, la sostenibilidad salió reforzada. La crisis sanitaria aceleró la digitalización, reveló la importancia de la resiliencia y la flexibilidad, y resaltó la necesidad de estrategias más inclusivas y equitativas.

Además, subrayó la importancia de la salud y el bienestar tanto en el entorno laboral como en la comunidad en general, y cambió para siempre la forma en que las empresas interactúan con sus plantillas y clientes. En concreto, 4 de cada 10 empresas españolas implementaba programas para promover la salud y el bienestar en la plantilla según nuestro informe de 2020 Contribución de las empresas españolas a la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030: una consulta integral.

Cada uno de estos eventos ha dejado una huella imborrable en el mundo empresarial. Desde la promoción de la responsabilidad corporativa y la sostenibilidad hasta la adaptación a crisis globales, las empresas han tenido que evolucionar y adaptarse para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Comprender estos eventos y sus impactos es crucial para cualquier análisis sobre el presente y futuro de los negocios en un mundo en constante cambio.

Y, sin embargo, la historia no acaba aquí ¿será este el comienzo de una nueva era empresarial más ética? Sólo el tiempo lo dirá.