En un mundo en crisis, abatido por los incendios y la crisis hídrica, con enfrentamientos sociales y retos económicos, la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ONU) emerge como el mayor faro de esperanza y cambio hacia un futuro mejor.

¿Quieres saber hasta el último detalle de la Agenda 2030 de la ONU y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)? En este artículo, analizaremos este marco de Naciones Unidas aprovechando que se encuentra en la mitad del plazo para cumplir sus Objetivos. Además, vincularemos los ODS que la conforman con las empresas, porque el desarrollo sostenible y la sostenibilidad empresarial es un buen negocio.

1. ¿Qué es la Agenda 2030?
2. ¿Para qué es la Agenda 2030?
   • ¿Cuáles son los Objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030?
3. ¿Cuál es la relación entre las empresas y la Agenda 2030?
4. A mitad de la Agenda 2030 ¿ahora qué?

1. ¿Qué es la Agenda 2030?

En septiembre de 2015, se aprobó el mayor plan de acción global para lograr un mundo más inclusivo y próspero para todas las personas y el propio planeta. El nombre con el que se le bautizó es el de Agenda 2030 y fue firmado por 193 países miembros de la ONU.

¿Cuál es el objetivo de la Agenda 2030 de la ONU? Este marco trata de trazar un camino para lograr dar respuesta a los grandes desafíos mundiales: desde la pobreza y el hambre hasta la corrupción y el cambio climático.

Ahora esta hoja de ruta para todas y todos los actores de la sociedad ha llegado a su mitad de camino y puede parecer triste: pero falta mucho camino por recorrer y hay que pisar el acelerador si queremos cumplir sus objetivos y metas.

2. ¿Para qué es la Agenda 2030?

Su nacimiento surge como respuesta a la necesidad de abordar los desafíos mundiales más apremiantes, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, la degradación ambiental o la falta de desarrollo sostenible.

De este modo, en un mundo que camina hacia su extinción, la Agenda 2030 de la ONU nace como un camino para la esperanza. Proporciona un marco integral y ambicioso para ayudar a países, empresas y la sociedad general a abordar estas necesidades apremiantes, consiguiendo así que la construcción de nuestro planeta, sociedad y economía sea más inclusiva y sostenible tanto para las generaciones presentes y futuras.

¿Sabes cómo evoluciona la Unión Europea en la Agenda en la Agenda 2030?

a. ¿Cuáles son los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030?

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU abarcan metas sociales, económicas y ambientales que buscan cerrar la brecha de género, erradicar el hambre, promocionar la acción climática o buscar la paz y la transparencia, entre otros propósitos.

En concreto, estos Objetivos se componen de 169 metas que deberán ser cumplidas para el 2030. Metas que no se conseguirán sin la participación de todas las partes de la sociedad: gobiernos, empresas y sociedad civil.

Sin embargo, la realidad es que a mitad de camino de la Agenda 2030 ningún ODS ha llegado a cumplirse. Únicamente, alrededor del 15% de las metas de los ODS van por buen camino, el 48% lo hacen de forma moderada y más de una tercera parte (el 37%) muestran un estancamiento o un retroceso. La alerta roja mundial está encendida y es hora de colaborar entre todos.

Si quieres saber más sobre la evolución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, accede a nuestro artículo ¿Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) avanzan o corren peligro?

3. ¿Cuál es la relación entre las empresas y la Agenda 2030?

Las empresas no sólo pueden no tener un impacto negativo en el planeta y sus habitantes, sino que, además, pueden hacer que éste sea positivo. Y es que, las empresas también son responsables de la limpieza y rehabilitación de las comunidades, las tierras, las aguas y los ecosistemas contaminados por sus operaciones, así como de asegurar el cumplimiento de los derechos humanos a lo largo de sus cadenas de suministro, entre otras áreas de impacto.

Es por ello que la Agenda 2030 situó por primera vez al sector empresarial como agente clave de desarrollo y colocó sus aportaciones al desarrollo sostenible al mismo nivel que las realizadas por los estados y la sociedad civil.Y eso implica un paso muy importante, una oportunidad doble. Por un lado, la oportunidad de que dejen de ser meros agentes financiadores o donantes y sean considerados partners imprescindibles. Por otro lado, las empresas tienen en el desarrollo sostenible oportunidades nuevas de negocio que deben identificar y aprovechar.

En este sentido, cabe recordar que esta forma de ver los negocios, la sostenibilidad empresarial, se posiciona como el lenguaje de las empresas con futuro.

Dentro de esta relación, el Pacto Mundial de la ONU es la iniciativa de las Naciones Unidas que promociona un tejido empresarial más inclusivo, sostenible y próspero basado en los ODS y los Diez Principios. Con la implementación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible por parte de las empresas en sus acciones y planes, pueden contribuir a:

1. Promover cadenas de suministro responsables: garantizando que proveedores cumplan estándares éticos y sostenibles que respeten los derechos humanos y luchen contra el cambio climático. ¿Quieres ser un proveedor sostenible?
2. Innovar en sostenibilidad: creando productos y servicios que aborden desde el cuidado del océano, el tratamiento de plásticos hasta la salud de las comunidades. ¿Conoces los galardones sobre innovación sostenible, Reconocimientos go!ODS?
3. Promocionar el desarrollo sostenible: haciendo que cada día más empresas, organizaciones y personas reclamen un mundo sostenible. En este aspecto, las empresas pueden llevar a cabo tanto acciones de visibilidad – ¿sabes que este año celebramos el aniversario de los ODS y queremos que alces tu bandera de los ODS? –como de formación a sus plantillas, para fomentar un liderazgo colectivo y extender el mensaje de la Agenda 2030. Para ayudarles a conseguirlo, desde el Pacto Mundial de la ONU España, hemos desarrollado Open Academy Spain, una plataforma en abierto totalmente gratuita para formarte en sostenibilidad empresarial ¡Conoce ahora los 7 cursos gratuitos imprescindibles sobre sostenibilidad empresarial!
4. Luchar contra el cambio climático: Adoptando prácticas que contribuyan a mitigar el cambio climático. ¿Sabes cómo reducir tu huella de carbono?

Éstas, entre otras acciones, harán que el tejido empresarial tenga impacto positivo, no sólo  por propia iniciativa, sino ante el gran tsunami de leyes y directivas en materia de sostenibilidad que ya está alcanzando Europa y España.

4. A mitad de la Agenda 2030 de la ONU ¿ahora qué?

El próximo mes de septiembre, líderes mundiales participarán en el SDG Summit en Nueva York donde estudiarán en qué punto se encuentra los ODS. En este encuentro, se espera que se produzca una declaración política que cree una hoja de ruta que lleve a alcanzar los Objetivos de Desarrollo para 2030. Mientras tanto, podemos tomar en consideración las prioridades del Secretario General de Naciones Unidas:

“El Reloj del Apocalipsis no es más que un despertador mundial. Tenemos que despertarnos”

Ahora es más necesario que nunca que la transformación se apoye en políticas públicas firmes y con visión de futuro. Esfuerzos que deben ser transparentes dirigidos a no dejar a nadie atrás. Ahora es un momento para desarrollar las capacidades de las empresas y que sean parte de las alianzas de la transformación.

La asociación es inevitable y necesaria. El sector privado puede liderar el camino con el apoyo de redes empresariales como el Pacto Mundial de la ONU. Una acción que irá de la mano de gobiernos, autoridades locales, federaciones de empleadores y consejos empresariales.

Es vital invertir en proveedores sostenibles. Crear cadenas de suministro más resilientes y descarbonizadas será vital y un buen negocio para las empresas. No sólo se trata de innovaciones y nuevas tecnologías, sino también del desarrollo de capacidades sociales y ambientales.

El sector privado necesita el compromiso de los Gobiernos. Entre otras cosas, mediante normas coherentes de información y divulgación de sostenibilidad, mejores instrumentos de distribución de riesgos y la aplicación de políticas que alineen mejor los rendimientos financieros con los ODS. Un ejemplo de ellos es la Directiva de Información no financiera.

En conclusión, la Agenda 2030 de la ONU aún necesita de más compromiso, acción y estrategia.