En Mutua Madrileña estamos firmemente convencidos de que las empresas somos un agente clave en la mejora social y que tenemos una importante responsabilidad en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En nuestro caso, nuestra contribución con la agenda 2030 la enfocamos a partir de nuestros diferentes roles: el primero es el que tenemos como entidad aseguradora, que cubre un papel fundamental en la prevención y en la mitigación de los riesgos y contribuye a conseguir ciudades y comunidades más sostenibles; también está nuestro cometido como inversor institucional y el importante papel que jugamos para facilitar la transición hacia la inversión en activos “verdes”; en tercer lugar, nuestra actuación como empleador de calidad y como agente activo para el impulso del crecimiento económico; y nuestro papel como actor implicado en la mejora social, a través tanto de Mutua como, especialmente, a través de nuestra fundación.

Entendemos la sostenibilidad como el eje transversal de nuestra estrategia empresarial. Tanto nuestra actividad de negocio, como la relación con nuestros grupos de interés y nuestra implicación con la comunidad están marcadas por criterios de buen gobierno, medioambientales y sociales. Este es el enfoque que nos permite garantizar el crecimiento rentable y sostenido de nuestra empresa en el tiempo y, al mismo tiempo, generar un impacto social positivo con nuestro propio esfuerzo o en alianza con otras entidades e instituciones, poniendo siempre a las personas en el centro.

Para articular y canalizar nuestra gestión responsable, contamos con un Plan Director de Sostenibilidad (nuestro Consejo de Administración aprobó el pasado año el plan que estará vigente hasta 2026). El plan, además de dar continuidad a los compromisos que ya mantenemos desde hace años con los tres ejes que conforman los criterios ESG (Enviromental, Social and Governance, en inglés), recoge nuestros retos y principales objetivos en estos ámbitos. Cada año nuestra meta es superarnos y marcarnos nuevos hitos que nos permitan seguir creciendo y creando valor para todos nuestros grupos de interés

Tal y como nuestra compañía ha venido haciendo hasta la fecha, nuestro Plan Director lleva la toma de decisiones en materia de sostenibilidad al más alto nivel. Para ello, su impulso y seguimiento se coordina desde el Comité de Sostenibilidad, presidido por el presidente y consejero delegado de la compañía, Ignacio Garralda, que está integrado por los representantes de casi todas las áreas. De hecho, nuestro desempeño en materia de sostenibilidad afecta a prácticamente todos los profesionales y es que, Sostenibilidad en Mutua somos todos.  

Nuestro plan contempla retos a medio plazo en torno al medioambiente, la sociedad y el buen gobierno, y lo hace a través de cinco áreas de trabajo: el medioambiente y la eficiencia energética; las inversiones, productos y servicios sostenibles; la mejora social y el apoyo a la comunidad; el desarrollo y cuidado de las personas; y el Gobierno, la prevención de los riesgos y el cumplimiento normativo. El trabajo en estas cinco áreas se materializa en diez objetivos principales y diversos compromisos.

Los diez objetivos principales que nos marcamos en nuestro plan son, por un lado, alcanzar la neutralidad de carbono progresivamente y hasta 2040; y, con el horizonte puesto en 2026: eliminar los plásticos de un solo uso en los procesos internos (hito ya alcanzado); ampliar el sistema de gestión de la energía (ISO 50001) al 100% de nuestros edificios; reducir el consumo de energía en un 40%; llegar al 32% de mujeres en puestos directivos y el 45% en posiciones de gerentes; formar al 100% de la plantilla en aspectos ESG; desarrollar y poner en marcha un programa de bienestar integral para los empleados; alinear al 100% de los proveedores con nuestro nuevo Código Ético de Proveedores; incrementar un 25% las personas beneficiarias de su acción social y aumentar en un 20% las entidades sin ánimo de lucro con las que colaboramos.

Desde la gestión responsable de recursos hasta la promoción de cadenas de valor éticas y la innovación en productos y servicios sostenibles, las empresas tenemos el poder de ser catalizadoras del cambio positivo. Al abrazar la sostenibilidad como una parte clave de nuestra estrategia empresarial, no solo ayudamos a construir un futuro más sostenible, sino que también reforzamos nuestra resiliencia en un mundo en constante evolución.