Medio ambiente y clima
Es hora de acabar tu relación tóxica con el modelo lineal
Hay varias señales que nos alertan de si estamos en una relación tóxica, no sólo a nivel personal, también en nuestra forma de relacionarnos con el planeta y la economía. Y es que, en las últimas décadas lo hemos dado todo por un modelo económico que parecía ser el definitivo, que nos revertía grandes beneficios y nos otorgaba la falsa sensación de progreso mientras que, sin querer verlo, iba minando poco a poco la salud de nuestro planeta y consumiendo todos sus recursos.
En cifras, desde 1970 la extracción de recursos se ha triplicado a 92 mil millones de t/año, y si no se adoptan medidas urgentes y concretas, el uso mundial de materiales se duplicará con creces de aquí a 2060, de 92.000 a 190.000 millones de toneladas. Una cantidad inasumible pues, evidentemente, no contamos con recursos infinitos. Por no hablar de las consecuencias medioambientales que ello conllevaría. En concreto, el 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero se asocian a la fabricación de productos, y más del 90% de la pérdida de la biodiversidad y del estrés hídrico se deben a la extracción y al tratamiento de los recursos naturales.
En efecto, ese aliado ideal que prometía tantos beneficios al final ha acabado consumiendo la salud del planeta y dirigiéndonos hacia un aumento de la temperatura global de entre 3 y 6 °C para el año 2044. Es decir, un futuro inhabitable donde las inundaciones serán más frecuentes e intensas, las temperaturas más extremas y los desastres naturales estarán a la hora del día. Esto nos hace recordar que la salud de nuestro planeta está ligada a la salud humana y también a la de la economía.
La nueva relación con el planeta y la economía: la economía circular
En este punto seguro que te encontrarás abrumado/a con tanto dato catastrófico, pero tenemos una buena noticia para ti. Aún hay luz al final del túnel: la economía circular. Un modelo en el que las empresas podrán encontrar una alternativa ventajosa y, sobre todo, sostenible, al modelo lineal. Porque si les faltaban argumentos para dejarlo a un lado, este nuevo modelo encierra múltiples oportunidades económicas. Entre ellas, la transición a un modelo circular podría desbloquear un crecimiento del PIB mundial de hasta 4,5 billones de dólares hasta 2030.
Y por ello, desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas España hemos elaborado el paper “Modelos de negocio basados en la economía circular: cómo pueden las empresas pasar de la linealidad a la circularidad” en el que presentamos las características del modelo por el que querrás cambiar tu forma de hacer negocios por completo. Para darte un adelanto de su contenido, compararemos paso a paso las fases del modelo circular versus el modelo lineal:
- Regenerar en lugar de extraer: consiste en recoger los materiales que anteriormente han sido usados para reintroducirlos en el proceso de producción y de esta manera, evitar la constante extracción de recursos naturales.
- Rediseñar y remanufacturar/reutilizar/reparar en lugar de producir: se trata de cambiar totalmente la mentalidad de diseño de los productos y hacerlo desde una perspectiva ecológica, de modo que el proceso de fabricación consuma menos materias primas, se alargue su vida útil y se generen menos residuos.
- Usar o compartir en lugar de consumir: la palabra consumir tiene una connotación de poner fin a la vida del producto del que se está haciendo uso, una acción para nada sostenible. En contraposición a este concepto, el modelo circular plantea usar de modo que su ciclo de vida no acabe con un consumidor, sino que pueda adoptar un nuevo uso posterior o ser útil para otro usuario.
- Reciclar y valorizar en vez de desechar: se acabó el usar y tirar. Un producto usado no tiene por qué ser un producto inútil, por lo que no tenemos por qué desecharlo. Como señalamos en artículos anteriores, en España se produjeron en 2019 una media de 483,7 kilos de residuos por habitante, lo que supone un problema medioambiental de gran magnitud que debemos abordar. En este sentido, el reciclaje y la valorización de los desechos que propone la economía circular se posiciona como la mejor opción, pues es un modo de dar una segunda vida a los productos y reducir su impacto ambiental.
La economía circular pretende, entre otros objetivos, minimizar el consumo de materiales y maximizar el valor de los materiales que circulan dentro de la economía y favorecer la regeneración de los sistemas naturales. En definitiva, darle un respiro a un planeta que se encuentra en respiración asistida.
Si tú también estás decidido a dar el salto al modelo circular, te invitamos a conocer más sobre él aquí.
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